Instituto de Investigaciones Bibliográficas

Las primeras propuestas de creación de una biblioteca nacional en nuestro país se deben a José María Luis Mora, Valentín Gómez Farías (1833) y José María Lafragua (1846). En 1856 Ignacio Comonfort, como presidente de la república sustituto, respaldó con un decreto la formación de la Biblioteca y en 1857 se destinó el edificio de la Universidad para alojar los que serían sus fondos, libros procedentes de las bibliotecas de los conventos, bajo el cuidado de José Fernando Ramírez. Durante el gobierno de Maximiliano de Habsburgo se proyectó una biblioteca imperial sin éxito. Los intentos se volvieron realidad al restaurarse la república, el 30 de noviembre de 1867, cuando el presidente Benito Juárez expide el decreto de creación de la Biblioteca Nacional en el extemplo de san Agustín. José María Benítez se hizo cargo del traslado de los libros al edificio y José María Lafragua fue nombrado director, cargo que dejó al poco tiempo, para que Joaquín Cardoso asumiera la ardua labor de formar el acervo.